Conectividad
¿Os acordáis de aquellos monitores monocromo con caracteres verdes? Estaban en cualquier establecimiento que se preciara: El Corte Inglés, agencias de viajes, administraciones… Eran los terminales del mítico IBM AS/400, con aquel teclado que no estaba claro si estaban hechos de plástico o de ladrillo y que, al pulsar una tecla, hacía retumbar el eco por toda la habitación. Unos auténticos dinosaurios de los años 80 que, aun así, también aspiraban a conectarse a Internet.
Trabajé en Ofitecsi/Road2Web, una empresa de servicios especializada en conectar aquellos ordenadores a la red. Mi rol consistía en diseñar prototipos que sirvieran de demostración para los clientes. Éramos un grupo de jóvenes «friquis» que, con nuestros portátiles a cuestas, nos sentábamos junto a los informáticos de traje y corbata de otra época. Éramos capaces de transformar aquellas frías pantallas monocromáticas en vistosos menús con bolas doradas (mi legado de tutoriales de Photoshop seguía brillando con fuerza).
Junto a mi equipo, desarrollé varios prototipos. Para Alcampo, diseñé una aplicación que permitía consultar el stock en distintas tiendas a lo largo de la geografía española. Con Casbega hice algo similar y, aunque estábamos subcontratados, nos daban Coca-Cola gratis, el paraíso de cualquier programador. También trabajamos para LeasePlan en Madrid y Emalsa en Las Palmas, ampliando así nuestro abanico de clientes.
De aquella época guardo un recuerdo especial por haber compartido proyecto con grandes profesionales que me enseñaron muchísimo sobre la programación orientada a objetos, tanto en el desarrollo web como en aplicaciones. Fue una etapa de aprendizaje constante, creatividad y grandes anécdotas que todavía hoy me sacan una sonrisa.